Podrían haberme dejado dinero, una casa o hasta una joya como patrimonio familiar, pero no lo hicieron. En su lugar me dejaron seis demonios que han perseguido a mi familia por muchos años. Una "maldición" familiar, vivir al diario con seis demonios que personificación las peores de las cualidades humanas: furia, vanidad, inseguridad, orgullo, envidia y pereza. Y siempre se encuentran a tu lado, siempre, influenciado ya sea para bien o para mal. Están ahí para vivir conmigo, lo peor, sólo yo los veo. Y sólo se pone más complicado cuando...
- ¡Deja de quejarte! - Furia me regaña.
- Es difícil, vivir con nosotros. Me imagino que...
- ¡No empieces, Inseguridad! La harás llorar y se arruinará su maquillaje - Vanidad la interrumpe.
- Hablando de maquillaje... ¿Viste a la chica en la blusa celeste en el café hoy? Su maquillaje era hermoso ¡Qué celos!
- ¡Envidia! Nuestro maquillaje es perfecto, más bonito que el de muchos - Orgullo exclama sonriendo.
- Vamos... Ya es tarde. Deberíamos dormir un poco - Pereza bosteza con fuerza.
- ¡Es mi historia! - gritó irritada.
- ¡Nuestra! - me contestan al unísono haciéndome suspirar con cansancio.
¿Ahora me entienden?