Conciertos, giras, cantantes famosos, ese era el mundo que rodeaba a Ruth. Ruth, rebelde, simpática, amable y sin ganas de conocer el mundo del amor, sin ganas de sufrir y de ser controlada por sus padres.
Mientras Ryan se encontraba en su escritorio, conociendo los nervios, el cansancio de los exámenes. Ryan, popular, simpático, atrevido y demasiado orgulloso para poder tener una relación estable.
Eran diferentes, es más, no tenían nada en común, ni la música, ni los gustos ni si quiera la posición social.
Pero había algo fuerte que les unía: El amor. Eso que algún día hizo feliz a Ruth.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.