Desde que nací todos me decian que hacer y que no hacer, siempre fui el marginado que nadie quería o el ''rarito'' que estaba solo, todos me juzgaban sin saber porque realmente era así, me sumergia cada día en dolor y tristeza. Nadie me sacaba de esa nostalgia que consumia mi ser. Era un asco y todos lo decian. Hasta que un día lo vi a él dirigiendose a mi con su calida sonrisa la que hizo que mi corazó de alguna extraña forma volviera a latir en ese paradero de auto bus, en ese día lluvioso, en todo el tormento que era mi vida, él hizo que todo se viera de una forma bellamente nostalgica.All Rights Reserved
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