La flecha había sido lanzada, Cupido había acertado. Ella se había enamorado perdidamente de él, tanto que nunca se percató de lo mucho que dolería caer hasta que por fin tocó suelo por una simple frase: -Lo siento Marinette, pero no puedo corresponderte. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Se prohíbe la reproducción y copia de esta historia. Si les gusta, compartan, sino seria robar la cabeza de otra persona y como todo robo eso es ilegal.
10 parts