Mi hermano murió. Desde ese día me dediqué a sobrevivir a una vida teñida de gris. Uno de esos fríos días, a altas horas de la madrugada, fui detenida por un policía y gracias a ello, por unos instantes recordé lo que era el orgullo. Como si la vida quisiese jugar conmigo, volvió a colocarlo en mi camino y comencé a descubrir la extraña sensación de perderte en una mirada, la intensidad de la pasión y ante todo el amor, pero como he dicho, la vida estaba jugando y aún no sabría decir si gané o perdí. Esta historia está registrada en el registro de la Propiedad Intelectual de España. Queda prohibida la copia parcial o total de la misma. Todos los derechos reservados. Contenido adulto.
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