Lexa es una chica que vivió toda su vida en el campo, solo estuvo y está con una sola persona, Costia. Es lo único que ella conoce. Clarke es de la gran ciudad, se crió en Chicago rodeada de lujos y siendo una niña consentida en todo lo que quisiera. ¿Qué pasará cuando Clarke sea obligada por sus padres a pasar todo un verano en el campo de su abuela? Mientras que Lexa encuentra seguridad y bienestar en la persona que tiene al lado, Clarke intenta conocer los primeros sentimientos, roces y escalofríos propios del amor a la vez que rompe con el tipo de mujer que cree ser pero que no es de manera real. Lexa tendrá mucho que ver con eso, y en medio de una guerra de personalidades opuestas aprenderán a conocerse la una a la otra y así mismas. Dos mundos totalmente diferentes, dos realidades completamente distintas y dos personas partidas por la seguridad de lo conocido y el vértigo y la adrenalina de lo desconocido que tendrán que elegir el salto y el precipicio adecuado para reencontrarse.