La pantalla de titulo, al comienzo de cada juego, siempre te pide que presiones el botón de start, para poder ingresar a una aventura llena de ficción, fantasía y adrenalina pura. La pantalla de titulo, contiene, el nuevo juego, las opciones, continuar partida y a veces los créditos. Un buen desarrollo, a veces malo, a veces una jugabilidad fácil, a veces demasiado estresante, buena programación, mala programación, errores muy frustrantes, errores menores, algunos graciosos, otros tristes, algunos perturbadores, pero la experiencia al jugarlos es la mejor, sientes una adrenalina impresionante corriendo por tus venas cuando estas en un videojuego de terror, de acción, de disparos, una sonrisa en un juego de plataformas, que tal vez, se va volviendo una cara de enojo al estar en un nivel por horas, sin saber que hacer o a donde ir. Un videojuego, es algo que te deja ser desde un animal, un hombre, una mujer, un niño, un ente extraño o un ser mitológico. Embarcate entonces en esta historia...
"Una Crónica de Mentiras - Parte 1: El Escultor Oscuro"
10 parts Ongoing
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Ongoing
Vincent Cordell, un estudiante universitario con esquizofrenia, no quiere ser diferente. Solo quiere llevar una vida normal, algo que su condición nunca le ha permitido tener. Las voces susurran, las paredes sangran, los ojos brotan en lugares extraños. Obtener un título en ingeniería eléctrica es bastante difícil sin preocuparse por caer en el abismo de su propia locura.
Pero una noche oscura, el abismo lo arrastra...
Una entidad sobrenatural ataca, y un simple accidente automovilístico se convierte en todo lo contrario cuando Vincent se encuentra inmerso en un mundo majestuoso y alienígena donde los dragones se mantienen en dos piernas, viviendo y muriendo como los hombres. Y, gracias a una transformación dolorosa e imposible, ahora es uno de ellos, atrapado en un cuerpo que ni siquiera sabe cómo usar.
Un antiguo mal se agita. Tormentas extrañas dejan terror a su paso. Los nativos de este mundo creen que Vincent tiene el poder de salvarlos. Pero él no quiere tener nada que ver con ellos ni con sus mitos. Los dragones y las profecías son producto de una mente rota... ¿no es así?
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