Su mirada, cansada de ver pasar los muros, ya no retiene nada más. Cree que el mundo está hecho de tinta y, más allá, la nada.
Así era la vida de Sammy Lawrence después de convertirse en un monstruo.
Su mirada, cansada de ver pasar los muros, ya no retiene nada más. Cree que el mundo está hecho de tinta y, más allá, la nada.
Así era la vida de Sammy Lawrence después de convertirse en un monstruo.