Existen muchas leyendas y cuentos que narran la historia de amor de la Luna y el Sol. La más conocida es la versión cristiana, en la que Dios, en la culminación de su creación del mundo, decidió bañarlo de luz a través de dos astros que, aunque iguales en belleza, nunca coincidirían en el tiempo: uno iluminaría la noche y, el otro, el día.