"El autor hace de este libro un experimento del lenguaje, haciendo de él no un todo, si no una herramienta más, que se moldea a nuestro antojo. Recurre al uso de modismos y nacionalismos que encontramos enraizados en un México del pasado. Jugando con los tiempos narrativos y verbales, adentrándonos, por medio de costumbres y tradiciones, en una humildad que reside, por lo general, en la pobreza de un país. Los modismos, regionalismos y nacionalismos -palabras del Autor- deberían de ser una herramienta más, no una deficiencia del lenguaje, al referirnos y al hablar de la esencia de nuestra cultura, al hablar de nuestras tradiciones, al hablar de nuestros abuelos, al hablar de nuestro pasado. Dentro de un lenguaje, simple y sencillo, un hombre podría contarnos cosas asombrosas".