Toda nuestra historia comienza con la piedra, la estúpida piedra más poderosa del mundo, como si fuera posible que algo fuera más poderoso que yo. La piedra nos fue Dada a mí y a mis hermanos el octavo día del séptimo mes de un año que ni siquiera recuerdo, es decir, fue el peor regalo de cumpleaños, eran cuatro fragmentos de una piedra color negro, junto con una nota de "habéis sidos expulsados del mundo encantado, andaos al mundo humano, y cuidad de vuestros humanitos", vale, decía algo muy parecido pero con más rodeos y formalismo, al fin y al cabo era un regalo de nuestra preciada reina. Tiempo después nos dimos cuenta que aquella piedra nos daba poder de curación, velocidad, fuerza, hacia que todos nuestros poderes se incrementarán, pero también nos dimos cuenta que al unir los fragmentos aún había algo que no encajaba, más bien, algo que faltaba. Cuando uníamos nuestros fragmentos nos volvíamos aún más fuertes, casi indestructibles, no nos imaginamos el poder que tendríamos si tan solo tuviéramos toda la piedra.
El mundo encantado estaba cansado de vivir a las sombras de seres inútiles como los mortales, y la mitad de ellos estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por el dominio de la tierra que tan ingratamente tenían los humanos, y para ser sincera mis hermanos y yo estábamos cansados de proteger a una especie que sin necesidad alguna se destruían unos a otros, pero por última vez, queríamos hacer nuestro trabajo, y hacerlo bien (Eso de las guerras mundiales no nos había dejado buena fama), decidimos que el mundo mágico era demasiado para nosotros y que para enfrentarlo necesitábamos ser más fuertes.
Mi nombre es Alesha, tengo...bueno, mi edad no importa la verdad, soy especialista en fuego control (gracias al cielo, porque la tierra es el peor de todos los elementos), y soy una de los cuatro guardianes) de la humanidad, pero ahora nuestro deber es buscar el fragmento perdido.
Primer libro de la futura trilogia 'Alas de la ruina'. Una trilogia que combina fantasía y Steampunk
Por siglos, el continente de Virelia floreció en paz y magia. La vida prosperaba en todos sus rincones, y junto a ella, la maravilla de los *Mechamagix*: ingeniosas creaciones de metal mágico y vapor, nacidas para facilitar la existencia de todos.
Todo parecía perfecto... Hasta que se abrió la Fosa, un portal al inframundo, y de ella emergieron los demonios. La capital cayó. La familia real fue aniquilada. El continente, condenado.
Quince años después, la tierra de Virelia es apenas una sombra de lo que fue. Cristales oscuros corrompen los territorios, mutando a los animales en bestias salvajes y extendiendo un virus letal que transforma a los muertos en siervos de los demonios. Las razas, divididas por el miedo, apenas sobreviven mientras los humanos monopolizan el Mechamagix, volviendo lo que fue una herramienta de esperanza en un arma de guerra.
Avaricia. Corrupción. Miedo. Dolor. En Virelia, ya no existen héroes. Los gremios han caído. El caos gobierna.
Pero entre la ceniza, aún brilla una chispa.
Un joven caminará entre ruinas, armado solo con su ingenio... y un acero forjado no solo en metal, sino en voluntad.
Él no busca ser un héroe.
Él busca reparar el mundo
Y no se detendrá hasta lograrlo.