Perrault fue el primero que recogió esta historia y la incluyó en un volumen de cuentos (1697), en el que destacaba sobre los otros por ser, más que un cuento, una leyenda bastante cruel, destinada a prevenir a las niñas de encuentros con desconocidos, y cuyo ámbito territorial no iba más allá de la región del Loira, la mitad norte de los Alpes y el Tirol.All Rights Reserved