«Y decían que el amor de chico malo y chica dulce sólo pasa cuando un chico popular y una nerd se juntan de la nada en el instituto. Que al principio siempre es sólo eso de que era un amor inocente y luego iba a más. La misma historia aburrida de siempre. ¿Pero, esta historia, de veras es una de esas? ¡Já! ¿Quién diría que no sería así? Venga, ¿quién dijo que sólo porque tienen que pasar tiempo juntos y la chica es el pariente irresistible del amigo del chico tienen que tener una hermosa historia de amor? Oh no, esto no es una historia como cualquier otra.»
Luke Hemmings era el tipo de chico con el que toda adolescente sueña. Guapo, coqueto, dulce, divertido, rompecorazones, ese tipo de chico que te cantaría tu canción favorita con su guitarra una noche en la que no pudieras dormir. Pero, lo más digno de resaltar, era su fama mundial. Y aquella era su imagen. Pero, ¿qué pasa detrás del escenario?
Becca R. iba por el mismo camino. ¿Lo más inquietante de ella? Que es Becca R. Irwin. El tipo de chica que las demás envidian a la vez que sueñan ser como ella. Guapa, joven, sexy y con suerte, al ser la prima de Ashton Irwin. Y, la verdad es que el talento no la faltaba, ni lo más mínimo, en ninguno de los sentidos. Dos factores que la convertirían a ella y a su grupo en las teloneras del tour de la cada vez más famosa banda 5 Seconds of Summer.
Y también parecía ser lo suficiente como para conseguir chocar en la vida de Luke radicalmente, igual que él chocó en la suya, no de la forma que ella esperaba, no de la forma que él esperaba. Pero ambos podían ganar. Ella deseaba llegar a la cima del mundo, él la deseaba a ella. ¿Se arriesgarían a jugar? ¿Podrían mantener el secreto? Así mirado, les parecía el plan perfecto, sólo tenían que seguir sus normas y olvidarse de sentimientos.
«Parecía tan fácil, joder...»
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...