-Mírame a los ojos, Pines-. Ordenó el castaño, sujetando con su dedo índice y pulgar fuertemente las mejillas de la chica de cabellos rubios, mientras que sus ojos pasaban de un color azúl a un color completamente zafiro, iluminándose. -Ni en tus más remotos sueños, Gleeful. -Le respondió la rubia mientras apretaba sus ojos, oponiéndose ante la orden del adverso. -Tú lo pediste, Pines. -Dijo el joven Dipper Gleeful, antes de unir sus labios con los de la hembra que tenía sujeta de las mejillas. [...] #1 dipcifica
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