A veces las miradas dicen más que todas las palabras de amor del mundo. Así se comunicaban. Con miradas. No se conocían. No sabían el nombre del otro. No sabían sus edades. Nunca hablaron. Solo las miradas, el contacto visual que hacían los ojos marrones de ella y los celestes de él bastaban para que sus corazones saltaran de emoción, su piel se erizaba, su alrededor se congelaba. Creaban un ambiente mágico, un momento de amor. Cualquiera que se percatara de eso pensaría que ellos son algo. Pero la verdad solo son dos personas que por alguna razón necesitan de la mirada del otro para sentir que están vivos, sus miradas daban vida a sus cuerpos, los hacía sentir. ¿El obstáculo? Ninguno de los dos se animaba a dar el segundo paso, pasar de las miradas a las palabras. Ellos no saben el bello amor que florecería. Serian un gran ejemplo del amor de verdad, porque si solo con las miradas crean tanto, es inexplicable lo que con el tacto realizarían #23-Universidad 13/5 #1-miradas 13/5