Cuidado con lo que sueñas, porque puede hacerse realidad. Cuidado con lo que persigues, porque quizás ni era tan veloz, ni estaba tan lejos, como tú presumías. Cuidado con lo que esperas, tal vez se detenga frente a ti, dejándose atrapar. Cuidado con lo que deseas... no vaya a terminar convirtiéndose en todo aquello que detestas, en solo un abrir y cerrar de ojos.
Es curioso, pero hay veces, que al alcanzar lo que tanto ansiabas, te das cuenta de que no era suficiente, para hacerte feliz. Y entonces, quieres volver atrás. Sabes que te equivocaste. Y regresas. Y tienes suerte, porque todavía te están esperando.
Pero ya nada es lo mismo. La magia ya no está ahí. Ya no sabes leer ésos ojos, que un día te escribieron tantos poemas. Eres incapaz de imaginar un futuro juntos. Vivís en mundos paralelos y lograr que se crucen, es más complicado que la colisión de dos planetas.
Las estrellas que antes iluminaban vuestro camino, ahora os dan la espalda.
Y echas de menos aquello que abandonaste, tratando de recuperar lo que ya no existe. Y vuelves. Aunque no te haga feliz. Porque de todas maneras, ya no eres capaz de serlo en ningún lugar.
Y le deseas que sonría... todos los días, no solo de vez en cuando. Y que ría a carcajadas, hasta que le duela el estómago y llore de felicidad. Tanto como una vez lo hizo a tu lado. Y que sea feliz. Con otro. Porque tú ya no sabes hacerla feliz. Que cumpla todos aquellos sueños que planeó tumbada en la cama, mirándote a los ojos, entre un beso y otro, de aquellos que prometían eternidades que se quedaron en el aire, aunque tú ya no hagas parte de ellos. Sí, que al menos ella, sí que lo haga. Y desde la distancia, sonríes. Porque sabes que los dos habéis ganado. Y le das las gracias. Y le escribes canciones. Y sabes que ése amor, será para siempre, aunque no vuelvas a verla.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.