Han pasado 500 años desde que ocurrió el reinado de Daenerys Targaryen en los Siete Reinos. El mundo ha evolucionado, las ciudades y los castillos han proliferado, los habitantes se han multiplicado y ha habido paz en Poniente desde que la amenaza de los Caminantes Blancos fue erradicada. O eso se creía. En homenaje a Canción de Hielo y Fuego, se retoma la saga desde un punto en el futuro en que los Targaryen han vuelto a mantener el control del Trono de Hierro y con ello, las intrigas políticas y conspiraciones palaciegas, en una rueda que ni la Madre de Dragones fue capaz de destruir. El Muro ya no existe más. Lo que antes era la fortificación de hielo más imponente del mundo, es ahora una ruina de piedras y tierra. Ahora los salvajes viven Más Allá de las Ruinas y han forjado sus castillos propios, unidos bajo la autoridad del Rey. Las Tierras del Eterno Invierno son ahora las Tierras de la Eterna Primavera; un territorio espeso y florido sin cartografiar. Eso hasta que la amenaza de muertos vivientes vuelve a poner en alerta al Guardián del Norte y a la Corona.