-"La vida es maravillosa" - Esta es una afirmación que muchos hacen sin antes saber el trasfondo que hay detrás de cada persona que lo cree. -¿No es así?- A la temprana edad de 5 años es donde nace mi aventura, aquí es donde verdaderamente comienzo a pensar, a razonar y a sentir profundamente. Alguien muy cercano a mí llamado "primo" empeza a tocarme, besarme, con mi consentimiento, pero... tenía 6 años, él siendo mayor que yo lo siguió haciendo sin yo saber el infierno que eso sería. Era una niña que amaba vivir hasta ese punto. ¿El abuso? Nunca pensé que era algo tan oscuro o malo. A la corta edad de 8 años ya había sido abusada por 4 chicos, pero mí tormenta apenas estaba comenzando. Con cada día que pasaba no me daba cuenta que estaba hundiéndome en el hoyo más negro que podía existir para mí. 9, 10, 11. Llegué a los 14 años, en los cuales 3 chicos quisieron de abusar de mí de nuevo. No era nada para nadie y menos para un alma vacía como yo. ¿La escuela? Nada en particular. El bullying ya era algo muy común para mí. Aún recuerdo las veces que me golpeaban y casi me quiebro la espalda. Esos años a pesar de que en ese momento no lo pensaba, eran los peores. Estaba llena de superficialidad, llena de tantos pensamientos ajenos. Yo no era yo. Era nada, podría compararme en esos momentos con el infierno, por que eso era precisamente lo que estaba dentro de mí. Y si se preguntan, sí, la religión era algo muy significativo para mí. Pensé que Dios me daba mi identidad y no necesitaba sentirme con el derecho de pensar más allá. Es extraño cómo tu familia y la sociedad te inculca que para ser considerada una persona "buena" debes ser cristiana, católica o creer en algo superior a vos. Estaba confundida. Llegué a los 15 años. Mi depresión me comía por dentro, me llenaba cada vez con demonios nuevos que lograban en mí cosas que nunca creí hacer.