Y me dejó... Así como si nada, como si realmente no le importara nada, no le importara yo, como si de verdad yo hubiese sido la mala del cuento... Se fue sin decir adiós y ahí comprendí que quienes no quieren irse, se despiden, y los que quieren irse, simplemente se van y ya, sin un adiós, o un hasta nunca, por lo menos... Solo se esfuman y ya. Así como él. Que aunque no se esfumó del todo porque aún yo sabía de él, sus redes sociales eran lo único que me daban señales de vida por parte de él. Señales de vida... Vida, vida compartida con ella, porque últimamente se basaba todo en ella. Su mujer, porque, ¿de qué otra manera podría llamarsele? Viven juntos. Vive con ella... Con la chica que me dijo que no sucedía nada. Y es triste, que siempre donde no sucede nada, sucede todo.