JiMin se ve afectado brutalmente por el trabajo de su padre, o eso creía él. Él piensa que lo peor ya pasó y que nada podría empeorar después de aquel arrebatamiento tan trágico y brutal, pero estaba subestimando demasiado al cruel destino. Sus fantasmas lo seguían de nuevo, más bien, nunca lo abandonaron... Simplemente lo comenzaron a observar desde una distancia prudente e indetectable. -No me recuerdas, mi pequeño JiMin. Es una lástima- le dijo cuando desprendió, sin cuidado alguno, la venda de sus ojos. -Él en serio te extrañó- escucho decir de alguien más... ¿Estaba viendo doble y escuchando mal? →yoonmin. →pido paciencia, por favor.