Anna no conocía ni quería conocer el mundo del amor, aquellos lejanos sentimientos que aún no había experimentado eran siempre el tema de conversación entre sus amistades. El problema es que siempre había alguien que terminaba llorando y ella no quería terminar así por nada del mundo. Pero hay cosas y situaciones que son imposibles de evitar y ese miedo que tanto la atormentaba se hacía realidad.