Voy dando tumbos intentando hallar mi lugar. El sitio no importa, he llegado a un punto en el que solo necesito un hogar caluroso que me abrase tanto el corazón que pueda convertirlo en cenizas. He perdido el rumbo, he olvidado el camino para encontrarme mientras el tiempo pasa tan lento que mi ayer sigue siendo hoy, y lo seguirá siendo hasta que la razón vuelva y me lleve con ella. ¿Quién soy?, a día de hoy sigo sin saberlo, me he preguntado muchas veces que si soy la única incapaz de reconocerme, o si sois vosotros que nunca quisisteis saber nada de mí. Seguiré recorriendo la carretera hasta que sea capaz de encontrarme, porque el fin siempre llega y a mí ya me va pisando los talones.