Todas las personas tenemos energía, algunos más que otros. Cuando un humano nace, un alma lo elige y desde ese momento ambos se conectan para siempre, para no ser separados nunca. Ese alma es la energía que todos tenemos. El problema de los poderíos empieza cuando dos almas eligen a la misma persona convirtiéndola en un ser especial, como yo o como todos ustedes. Con este breve discurso les doy la bienvenida a la Academia de Poderíos.