El diario de un poeta muerto.

Que los que jamás miraron más allá de la cuarta pared nunca molesten a los pequeños soñadores,
las fantasías y aventuras que uno puede desembocar al escribir pueden ser extraordinarias,
la magia que sienten al momento cuando imaginan toda clase de seres y susodichos personajes,
el empeño que ponen por sacar adelante el trabajo empleado en una revolución en los poemas y poesías,
deben respetar a los que luchan por un futuro lleno de oportunidades,
pero,
a pesar de que este noble arte pueda ser maravilloso,
también oculta oscuros avances,
aquellos que dicen de estar muertos pero aún así respiran,
te someten a lecturas intensas y revoltosas,
con vocabulario espeluznante,
palabras manchadas de sangre y negras como el alma de todos aquellos que siguen escribiendo,
se les llama poetas muertos,
y bien,
debo de ser franco con usted,
yo pertenezco a ellos,
pero,
este diario no es para un terrícola cualquiera,
mis palabras no brillan como las de Cervantes,
mis palabras queman como el infierno,
yo no actúo como Shakespeare,
yo te hago a tí,
tu si,querido lector,
yo te hago participar en cada poema escrito con mi sudor y mi sangre,
pero antes de continuar esta historia,
debes prometerme una cosa,
estarás preparado psicológicamente para adentrarte en lo más oscuro de los pensamientos de un simple muerto viviente sin escrúpulos algunos,
si es así,
te doy la bienvenida a este relato,
seas bienvenido al Diario de un Poeta Muerto.