Para Lee ser sospechosa del homicidio de tus propios padres no era nada lindo. Tener que dar declaraciones cada semana, soportar las miradas confusas de tus vecinos y lo peor de todo, aguantar a los estúpidos policías que lo único que hacen es ponerte nerviosa. Especialmente uno, de ojos verdes y cabello castaño y rizado. Cree que por ser guapo harán todo lo que les diga, pero eso no le quita lo arrogante, cínico y sin vergüenza