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Nunca nos damos cuenta de todo aquello que podemos descubrir al conocer a alguien. Ese alguien puede significar la más preciosa salvación o el peor de los infiernos, y reconocer el proceso para poder enfrentarlo, es una tarea sumamente difícil y quien es capaz de lograrlo, a lo mejor no merece un aplauso por haberlo conseguido, pero sí merece algún tipo de reconocimiento porque no cualquiera sale ileso de las garras del amor, no cualquiera vence, no cualquiera triunfa... muchos nos quedamos en el camino, impregnados de recuerdos y de ese sentimiento de extrañar que nos nace de las entrañas y nos carcome las ganas de avanzar.

Todos sabemos lo que es tener a alguien que nos vuele la cabeza, nos revuelva el corazón y nos haga sentir queridos para después llevarnos a la destrucción. Mi persona se llamaba, y se llama, A. Entonces bien, A: para vos son la mayoría de las letras que esta historia, contada a través de poemas. va a poseer.

Espero que de alguna u otra manera, les guste y se identifiquen para que podamos compartir el dolor, ya que aquella carga pesada se hace mas liviana cuando es compartida.

Les dejo un abrazo grande a todos aquellos que tengas la gentileza de entrar a este sitio y leer un poco de lo que hago.