Estar enamorada de tu mejor amigo es la peor de las torturas y más cuando tienes que soportar el hecho de que tiene novia, estar ahí en el medio cada vez que se dan un beso o cuando se dicen tantas cursilerías, es lo peor. Sí me preguntan cómo pasó no sabría responderles. No sé el momento exacto en el que me enamoré de Nathan, mi mejor amigo.