Yo soy Emma, mi vida dio un vuelco cuando él me miro, mi realidad cambio bruscamente, yo no estaba preparada, no quiero sentir, duele demasiado...
- Suprime mis emociones- le digo
- Si lo haces, no volverás-
- Te pagare más de lo que cualquier cliente te ha pagado en años-
Se ríe incrédula, me observa y luego de titubear comprende que estoy hablando en serio. Advierte que los clientes que solicitan la supresión de emociones son en su mayoría sicarios, delincuentes a sueldo, dice que no parecía una persona de aquellas, la supresión de emociones básicas humanas, en si elimina todo lo aprendido: alegría, tristeza, sorpresa, miedo, ira y aversión junto con sus derivados, pero no la memoria y los recuerdos. Me pregunta si he asesinado a alguien, contesto que no, si tengo antecedentes de delitos violentos, entre otras cosas estúpidas.
- Dolerá, perderás la conciencia y volverás- me advierte
- Inicia-