A Nauzet le ataca la pubertad por la espalda y le deja una herida hormonal de la que aún no se ha curado. A todos nos llega ese turbulento momento en el que, curiosos, ojeamos nuestro paquete y descubrimos que nuestra arma se desenfunda sola. Aún así, ¿por qué resulta placentero? Esta es la batalla que tendrá con su sexualidad este pasado niño, chico en proyecto y futuro hombre.
Iraya, en cambio, odia su pubertad. A su padre. A su psicólogo. Y a todo lo que se le ponga por delante. Y es que la adolescencia llegó a su vida pero le pilló con el gorro de ducha puesto.
A Iván la pubertad sí que le pasó factura ya hace muchos años. Y este piensa que la ha conseguido dejar atrás hasta que una isla a la que se va a refugiar le pondrá a ciertas personas en su vida. Estas le impedirán que use GPS, incluso cuando se halle tan perdido que desee regresar a su antiguo universo.
Sin embargo, un buen día, la vida de estos tres personajes se entrelazarán, y nada volverá a ser lo mismo. ¿Te atreves a descubrir por qué?
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Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...