En una tarde de verano un señor adinerado elegía a dos de los mejores científicos especializados en genética para hacer un trabajo "secreto" en cierto modo. El señor había encontrado o mejor dicho mandado a buscar ADN de Dodo porque él quería un Dodo de mascota. Estos dos científicos se pusieron en marcha a hacer la clonación de un Dodo. La paga era buena así que dieron lo mejor de sí, pero no les salía más que pedazos de carne, al paso de una semana no habían logrado más que muchos trozos de carne. Fueron a decirle a su jefe, el señor Klyer, que su proyecto no daba resultado. El señor Klyer muy enojado los despidió sin más, pues él había invertido mucho en ese proyecto, los obligó a llevarse todos los restos con ellos. Los científicos se fueron cabizbajos porque no pudieron complacer a su jefe. Al día siguiente, no faltó la justa reseña por el señor Klyer. Lo cual los dejo sin trabajo y además una muy mala reputación. Con lo que tenían decidieron poner un negocio utilizando toda esa carne. No tenían mucho capital por lo cual no podían cumplir con una investigación de que poseía esa carne además de ADN de Dodo. Pero, no le dieron importancia porque en tan solo en días, se hizo famosa. Ganaron millones en semanas. Decidieron mentir con los componentes de la carne y nadie le prestaba atención ya que era delicioso. El señor Klyer llegó hasta ellos a pedirle de rodillas que lo ayudaran, él había quebrado y su familia lo había abandonado "solo quiero pasar mis últimos días con un poco de felicidad" fueron sus palabras. Los científicos cruzaron miradas y aceptaron con la condición de que el comiera carne de ellos. Así fue por días, el señor Klyer les agradecía por darle de comer. Al mes ya estaba harto ya que solo le daban carne las tres veces al día. Ni siquiera le daban...