Luego de salir de rehabilitación los padres de Kendall Gravy deciden llevarla a un internado en las afueras de Londres. Tras una confusión Kendall se ve obligada a compartir habitación con tres muchachos, West el tierno y amigable, Luke quien es un mujeriego pero muy gracioso, y Adam quien no quiere saber nada sobre la existencia de Kendall. A diferencia de esto ella tiene una novia la cual no asiste a tal internado. Las cosas se complican cuando Kendall comienza a dudar de su orientación sexual y de su relación, ahora a larga distancia.