entre cartas que jamás serán enviadas y sueños casi tan rotos como el corazón al que pertenecen, un alma al que han cortado las alas, un marinero sin rumbo, una vida sin amor.
Cartas escritas a un amor perdido, quizá alguien que jamás las leerá, pero hay que ser o muy torpe o un loco para escribirle a alguien que quizá jamás contestará.