*4 meses después* CAMILLE Cierro la puerta detrás de mí, mi espalda choca contra la pared y me dejo caer en el piso. Siento mi respiración acelerada. Siento la adrenalina de ser descubierta. Siento mi corazón latiendo con fuerza. Y lo siento. Siento su presencia. Lo siento a él. Está sentando, en el piso. Frente a mí. Siento su respiración agitada e irregular. Lo siento todo. Lo observo detalladamente como no pude hacerlo en semanas; su cabello castaño desordenado y las pequeñas gotas de sudor bajando por su frente. Sus facciones y su rostro definido. Pero él no me mira. Sus ojos cafés están centrados en el techo de la habitación. Siente mi mirada, pero no me mira. No quiere hacerlo. Se ve nervioso. ¿Por mí? ¿Por la posibilidad de que alguien abra esa puerta? Si lo conozco como creo conocerlo, tiene miedo a perderlo todo por este estúpido error. Pero no lo conozco. Solía hacerlo. Los recuerdos vienen a mi cabeza. Y todo es muy claro. Él. Yo. Ese día. Esta habitación. Los dos juntos. Sin el atroz espacio entre nosotros. Lo extraño. Joder, lo necesito. Lo perdí todo. Y lo perdí a él. Todo era un estúpido juego de niños. Siempre traté de convencerme de no sentir nada. Pero nunca tuve tan claros mis sentimientos como cuando oí esas palabras salir de su boca aquel día en el pasillo. ¿En realidad lo sentía? La pregunta pasa por mi cabeza. Y él sigue sin mirarme. Y me atormenta. Me atormenta el silencio. Me atormenta el vacío entre nosotros. Me atormenta que no me haya dejado explicarle todo... decirle lo que sentía. Me atormenta necesitarlo de esta forma. La habitación en silencio hace que me desespere cada segundo que pasa. No puedo más. -¿Qué me hiciste?- digo sin saber en que momento las palabras salieron de mi boca. Lo dije en un tono tan imperceptible que por un momento tengo miedo de que no lo haya oído. Pero veo su cuerpo tensarse. Y por primera vez en toda la noche, siento su mirada puesta sobre mí.
4 parts