Nuevas aventuras, una familia con una nueva vida junto a su hijo y el bebé que crecía en la tripa de Gio, la chica Dybala. Pero como el refrán dice, no es oro todo lo que reduce, porque también era una familia con nuevos problemas. Todos esos nueve meses Paulo estuvo cerca de ella sin dejar de ver crecer a su hijo Lucas, pensando el gran futbolista que sería en el futuro. El amor entre Gio y Paulo crecía cada día, haciéndoles cada vez más ser uno, ser de verdad una verdadera familia, ser inseparables ante cualquier adversidad. O eso creían. Nuevas catástrofes pasaran, haciendo que sus manos se suelten poco a poco intentando sostenerse a ellos mismos, a su amor y a sus hijos. A su alrededor, Pablo y Stella sí que vivían felices junto a Copito, el gato blanco de ojos azules que le regaló él a ella. Dante volvió a Madrid para ser el mejor novio que una chica rubia, de su estatura, con ojos verdes, de nacionalidad francesa, estudiante de derecho también y con 19 años, podría desear. Ella se llamaba Isabella. Marco seguía tan soltero como siempre aunque sí consiguió estar algunos meses con Daniela, la chica que sustituyó a Gio en el hospital. Y a su lado, Julia, que seguía siendo la misma chica fiestera sin esperar nada de los hombres. Alesandra y Luka comenzaron una relación y Matteo siguió igual de fanático al fútbol y a la Juventus. Gio y Paulo siguieron trabajando también a la Juventus sin pensar en las ofertas que le llegaban a Paulo y que podrían cambiar el sitio en el que viven. Hasta que Gio se marchó a causa de su notable embarazo. (2ª temporada de la novela "No saben de ti (Paulo Dybala)", es necesario leerla para comprender esta.)
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