La historia de Black Butler nos sumerge en la Inglaterra victoriana, teniendo como protagonista al cabeza de familia de los Phantomhive, el joven conde de doce años Ciel Phantomhive. Dueño de la empresa de juguetes y dulces más importante del Imperio Británico, así como de otras muchas corporaciones y negocios que maneja de manera más discreta. Para desempeñar sus tareas, el joven Ciel cuenta con la eterna ayuda de su siempre perfecto mayordomo: Sebastian. Este mayordomo parece capaz de cualquier cosa, ocupándose siempre de arreglar todos los desastres que provocan el resto de los sirvientes y de hacer realidad los caprichos de su amo sin despeinarse. Pero Sebastian, al igual que su amo, tiene un secreto. La familia Phantomhive tiene una importante misión dentro de la sociedad británica: son "los perros guardianes de la Reina Victoria". Su trabajo, como su ancestral nombre indica, "colmena de fantasmas", es el de silenciar todos los posibles escándalos que puedan inquietar a la corona, utilizando los medios que sean necesarios y situándose por encima de las demás fuerzas del orden inglesas, incluso sirviéndose de la información de Scotland Yard como mejor les parezca. Pero al igual que los condes de Phantomhive, su mayordomo principal Sebastian Michaelis es mucho más de lo que aparenta.