Buenmozo, irresistible, encantador, alborotador de hormonas y aún existen muchos más adjetivos para describir a Idris Missasar. Él es un sueño para toda chica o, más bien, para toda vampiresa ya que él es un vampiro sangrepura.
Pero no crean que por poseer belleza él ya lo tiene todo. Su rigidez, lentitud y su laconismo, ¡te puede hacer perder los papeles!
En cuanto a mí, soy humana y mis padres, los que me salvaron de una muerte segura, son paradójicamente, vampiros. Creo que el amor que ellos sintieron por mí fue el más puro que pudo existir, tanto que hasta formaron un hogar solo para mí. Sin embargo, por nada del mundo debo contarles del vampiro sangrepura que un día encontré afuera de mi casa; estoy prohibida de hablar con otros vampiros.
No obstante, esto no es una historia de amor. Idris no despierta en mí otro sentimiento que no sea la amistad. Además, considero que nada bueno vendría de un amor entre un humano y un vampiro: sería antinatural, egoísta y abominable.
Así que, entre Idris y yo solo puede existir una amistad.
Él es mi amigo vampiro...
¿O eso solo lo pienso yo?