—Nunca me amaste ¿verdad?—dije mientras lágrimas bajaban por mis mejillas. Él fijó su mirada al suelo para luego fijarla en mí. —Abby yo...nunca te amé—murmuró. Dicho esto, se fue dejándome sola. Las lágrimas no cesaban y mi corazón dolía. Él me había roto el corazón.All Rights Reserved