Sam se encontraba acostada en el campo de su abuelo, después de una larga jornada de trabajo. Ya estaba atardeciendo y ese era su momento favorito del día, cuando el cielo le regalaba una explosión de colores. Lila, rosa, naranja y un poco de azul. Sentía el pasto con sus manos y alzaba la vista, le gustaba apreciar cada detalle, respirar profundo. La paz, la libertad que venía de a ratos pero que al fin y al cabo, venía.All Rights Reserved
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