Soy un chico que cree en los momentos espontáneos, en las palabras dichas de corazón, en los pequeños detalles, los profundos sentimientos y las respuestas simples de corazón. Utilizo la escritura para expresarme y la literatura para viajar por el tiempo, pero sobre todo utilizo mi vida para crear memorias dignas de recordar. Qué utilizo mis sentimientos para crear nuevas historias. Pues bien, este no sera una historia cualquiera, quizás sea la historia en la que mas me cueste sacar mis sentimientos, no por falta de ellos, si no por exceso de ellos, pero bien creo que como toda buena historia es mejor empezar por el principio. Todo empezaba a finales de 2016 cuando yo conocí a la persona que cambió mi vida, no solo mi vida si no mi mundo a partir de ahí. Sin yo esperarlo, sin imaginarlo, poco a poco se fue convirtiendo en una necesidad. Y es que la vida te pone muchas veces en tu camino a millones de personas; algunas van de paso, otras se quedan cierto tiempo y después se marchan, pero no, este no iba ser el caso. Fui día a día aprendiendo poco a poco de ti, me enseñaste un nuevo mundo, donde solo había bonitos amaneceres, días bonitos llenos de flores, llenos de ilusión, llenos de esperanza, llenos de positividad.