Hay personas que nacen destinadas a estar juntas, por allí se dice que es el hilo rojo que une sus vidas. Pero siempre será el destino tan cruel, para hecerlos sufrir cada vez que están cerca, tan inusual destino que están frente a frente y ni siquiera se dan cuenta. Hasta que el destino dice, ¡Basta! Aquí comienza, a ver hasta donde avanza.
Amanda, una chica que da a conocer a todos una faceta de ella misma, la cual no existe, alocada, aventurera, enojada, cruel, vengativa. Pero todo esto solamente es una careta.
Richard un joven golpeado por la vida, quien decide seguir confiando en lo que está puede llegar a dar, aunque cada vez que confía, todo se sale por la borda.
Hasta ese preciso instante en el cual sus vidas se cruzan, los hilos se acercan, se alejan, se acercan, siempre con un principio y sin un final.
El hilo rojo conecta aquellas almas las cuales son destinadas para estar juntas por la eternidad, pero... No todas se quedan juntas.
Cuando toda la raza demoníaca murió, todo el mundo quedó en paz y tranquilidad.
La hermosa vista del burdeo se contemplaba al verlo feliz y alegre, cada hermoso detalle de el era perfecto.
Nunca vio una semejante sonrisa en el, era hermosa y majestuosa, el pasado de los dos amigos era trágico, sobre todo el de el rubio.
El pasado siempre se quedo en su cabeza, pero aún hací se mantenía en pié a pesar de que ya no quería seguir.
Los años pasaban, ellos ya eran adultos, convivían juntos como amigos.
Eran alegres y felices pero... Cada uno tenía que irse por su camino.
Donde el destino los guíase, pero... Ellos no podían, al menos el burdeo.