83 parts Ongoing «Tú no necesitas a Dios si me tienes a mí, y yo no necesito antidepresivos si te tengo a ti».
Ezequiel está maldecido. Cree que todo el mundo, desde su propia mente hasta el mismo Dios, lo odian y lo han abandonado por sus pecados.
Sus emociones -en especial los vinculados a un amor prohibido- lo desbordan y lo atormentan tanto que depende de su amado para no atentar contra su vida.
Salvador está bendecido. Cree con gran devoción en un Dios justo y bondadoso, por el cual daría su último aliento.
Fue criado para amar y servir a su prójimo por encima de sí mismo.
Aunque, en el fondo, él es un espíritu libre que no quiere atarse a nada ni nadie.
Dos almas que por fuera son muy opuestas, pero que a su manera se persiguen y se anhelan a un punto donde hacen del otro su peor condena, y a la vez su más desesperada fantasía.
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LA HISTORIA ABARCA TEMAS DELICADOS QUE PUEDE DETONAR A PERSONAS SENSIBLES.
Por la misma ambientación religiosa de la obra, aquí ponemos en mayúsculas los pronombres de Él y Su que se refieren a Dios u otras referencias a este. Tómenlo como una libertad creativa.
#HechoEnMiPaís En este caso, Perú <3