No hablaba con un lindo ángel de ojos azules, estaba hablando con una pesadilla, el protagonista de un mito que se había extendido de boca en boca a lo largo de los años, el que había convertido los sueños en pecados, del que todos los seres como yo teníamos miedo de que se topara en nuestros caminos. Y ahora me seducía de la forma más banal que existía: estaba descifrando mis sueños. Porque Lucifer estaba ahora jugando con mis deseos. * En donde un ángel destinado a juntar almas gemelas, se encuentra con el peor de sus temores: LuciferAll Rights Reserved
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