Nacha pensaba que la muerte de Laura ya formaba parte de su pasado y que no necesitaría ayuda para superarlo. Sin embargo, cada noche, cerraba las ojos y la veía sonriendo desde su puesto en la UIT. Suspiraba para sí misma y volvía a intentar conciliar el sueño. Sabía que existía la posibilidad de que la herida de Laura no sanara nunca: ni Colombia ni su familia ni Elías ni nada o nadie podría llenar el hueco que dejó para siempre... También existía la posibilidad de que estuviera equivocada.
8 parts