No podía revivir a un muerto, pero al menos tenía la posibilidad de regenerar a un moribundo. Eran los únicos que sabían que en su sangre estaba el virus. «Somos la Legión, nosotros dos. No te dejaré solo, estaré en el mundo cuando despiertes», fueron sus palabras; pero el mundo no se detiene, incluso para un titán cristalizado.All Rights Reserved