"Lloro, lloro muy fuerte pero no sé el porqué. Siento unas manos que me levantan, un olor muy familiar me envuelve y me relaja, tanto que ni siquiera me he dado cuenta de que estoy en silencio oyendo las palpitaciones de la persona que me tiene en brazos. Abro los ojos y veo a una niña con cabellera rubia y ojos marrones, de unos 4 años. Me mira y me sonríe y yo le devuelvo el gesto. Intento ver a la persona que me tiene en brazos pero una luz me deslumbra y cierro los ojos, me siento abrumada, quiero verla, tengo la necesidad de verla. Lo intento una vez más, empiezo a levantar los ojos, veo a la niña que me sonríe, una ventana al fondo de la habitación, un par de brazos musculosos que me saludan, un collar con un colgante en forma de luna y cuando estoy a punto de ver-la, la luz me vuelve a deslumbrar y caigo en un profundo agujero negro..."