Dicen que si quieres resultados diferentes, tienes que hacer las cosas de manera diferente. Y eso hice.
Cansado de fracasar una y otra vez, cuando encontré a Mason Baker dispuesto a ser mi coach personal y representante, decidí que era hora de comenzar el cambio.
Con 21 años y nada de experiencia, me mudé a la casa de alguien que era casi un desconocido para mí, a una ciudad que no conocía del todo, y sin saber bien en qué me estaba metiendo realmente. Pero había algo que sí sabía: Necesitaba el dinero. Era una cuestión de vida o muerte, y no estaba dispuesto a quedarme de brazos cruzados sin siquiera intentar encontrar la salvación.
Mi nombre es Justin Bieber, Mason y los comentaristas dicen que cuando me subo al cuadrilátero me convierto en... Bloody Fists.