Sonidos a voces descompasadas se escuchaban tras la puerta de un mugriente motel alquilado. YoonGi gruñía con fuerza mientras observaba cómo su erección se perdía entre las piernas del menor, quién buscaba y gozaba por más tacto. Hansol suspira de forma errática mientras sus manos se aferran con fuerza a las sábanas manchadas por el sudor de ambos cuerpos y algo del líquido preseminal del más pequeño. El olor a sexo mezclado con el lubricante previamente usado invaden la habitación. Hansol exclama el nombre de su mayor dejando las sábanas húmedas de su esencia y YoonGi sonríe ante la excitante imagen del americano temblar por su tacto y al sentir sus paredes contraerse, jadea el nombre de su amante terminando en su interior. Deja caer su cuerpo a un lado del chico de piel morena y admira su obra hecha en el cuerpo del menor. - Esto está mal... - Aún así disfrutamos de esto como el mismísimo infierno.All Rights Reserved