Les aclaro esta no será la típica historia que hable de amor y cosas cursis, en realidad ni si quiera se lo que se siente estar enamorada, tengo 20 y tantos, pero no he encontrado a nadie con quien compartir mis días, ustedes al leer eso...(me falto aclarar que nunca nunca he pololeado, ni si quiera he dado mi primer beso, bueno si, en kínder pero según yo eso no cuenta) bueno luego de leer eso probablemente piensen que soy una cosa rara y fea, pero no, soy una chica promedio, ni tan flaca ni tan gorda, mido 1,58, pero soy tímida, aunque más que tímida diría introvertida, disfruto mi soledad, hasta que llega alguien y me pregunta ¿estas pololeando? Y yo respondo no y ahí viene la otra pregunta ¿y hici cianti istis siltiri? Ooohhh como odio esa pregunta, pero respondo sutilmente, nunca he pololeado y ahí vienen de nuevo con una cara de asombro que me dicen ¿en serio? ¿pero cómo si eres linda? jaja me rio irónica y mentalmente, si supiera el por qué probablemente ya tendría pololo, pero finalmente eso lo pienso en mi mente, pero, solo les responde no sé.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.