Una gran amistad puede acabarse en cuestión de segundos, sólo bastan simples palabras y algún que otro insulto para darla por finalizada. Pero... ¿De verdad termina todo ahí? Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y Mollie Colt no puede estar más de acuerdo con la famosa frase:
Después de una gran pelea con su amigo Louis, empieza a sentir cosas por él. Incómoda con el sentimiento y más aún con la situación en la que estaban, decide simplemente rendirse. Pero no se imaginaba que le sería tan difícil, ni mucho menos que se arrepentiría de severas decisiones que había tomado.