40 días

Día 38.

-Ten cuidado- dije dandole un breve beso en la frente.

-Siempre lo tengo.

Se dirige a la salida y abre la puerta de la entrada y cómo no está lloviendo. Está cruzando el umbral de la puerta y lo digo sin pensar.

-¡Te amo!

Y antes de que la puerta se cerrada tras su salida juré oír un "no más que yo a tí".

[...]

Han pasado dos horas, comienzo a desesperarme.

-No ha muerto. No ha muerto- me repit o en nis pensamientos.

Entonces la arpía más grande jamás existida entra a la sala donde sólo quedo yo y me avisa que en diez mnutos es mi prueba.

Mi prueba va a comenzar y la suya no ha acabado, esto no puede ser bueno, lleva dos horas y media ahí dentro.

-Su turno- oio que dice una voz áspera por los megáfonos.

Salgo por la puerta y mi esperanzas son en vano, aún continua lloviendo. ¿Pero qué me esperaba? Lleva tanto tiempo así aue comienzo a olvidarme de los rayos del sol.